Carlito trabajó y militó en un astillero de la zona de Tigre, Astarsa, durante la década del setenta. La historia de esos zapatos y del viaje que iniciaron en el Club El Ahorcado en Rincón de Milberg, un domingo soleado del verano de 1976, hasta mi casa, en el año 2004, es la historia de Carlito y la de sus compañeros, de mi investigación sobre ellos, y de las formas en que la historia se mete en la vida, por si quedaran dudas de que alguna vez se fue de ella