MEMORIA DEL INFIERNO- RELATO TESTIMONIAL

JORGE FEDERICO WATTS Memoria del infierno Relato testimonial de un sobreviviente del Centro Clandestino de Detención 'El Vesubio' Dejemos que las palabras del propio autor nos informen sobre el contenido de su obra y expongan la razón por la cual este libro llega hoy a las manos de los lectores: Soy sobreviviente de 'EL VESUBIO', uno de los campos de concentración de la última dictadura argentina. Estuve desaparecido setenta y cinco días y más de siete meses preso. Comparecí ante un Consejo de Guerra que finalmente se declaró incompetente para juzgarme y quedé en libertad. Voy a relatar esta parte de mi vida, lo que tiene que ver con mi secuestro, hace ya más de 30 años. ¿Por qué escribo esto y por qué lo escribo recién ahora? Escribo contra el silencio y para que esto no se olvide, pero también escribo para entender. Y lo hago recién ahora pues necesité el paso del tiempo para encontrar explicaciones a lo ocurrido. . Espero que este relato autobiográfico sea un aporte a la comprensión de ese período de nuestra historia que se caracterizó por el fervor militante y el compromiso revolucionario de parte de una generación, y también por el consecuente accionar del terrorismo de Estado, con su secuela de decenas de miles de vidas perdidas, innumerables actos de absoluta crueldad y grandes heridas en el tejido social aún sin cicatrizar. Jorge Federico Watts JORGE FEDERICO WATTS nació en Buenos Aires en 1949. Fue militante estudiantil y sindical. Desde 1967 hasta 1979 militó en un partido de izquierda. Dice que fue 'el período más lindo' de su vida, pues en esos años se enamoró y se casó, tuvo a sus dos hijos, estudió, trabajó y militó con alegría, convicción y mucha fuerza. Intentó ser protagonista y no espectador de lo que llamamos 'la generación de los '70', y está orgulloso de haberlo hecho. Fue secuestrado por la última dictadura argentina y llevado al Centro Clandestino de Detención 'El Vesubio', del que no sabe por qué salió con vida. Luego, fue preso político. Los últimos 30 años militó en organismos de derechos humanos, y hoy continúa no sólo dando testimonio de lo que tanto él como miles de detenidos desaparecidos padecieron en chupaderos y cárceles, sino también manteniendo viva la memoria y persiguiendo afanosamente la verdad y la justicia..