Ese alumno nuevo siempre perfecto, inmaculado, de correcta presencia y cortesía. Ese alumno nuevo puntual y dedicado. Ese alumno nuevo, que nunca se equivoca, esconde tiene que esconder algún secreto. Pasan los años y el alumno nuevo vuelve una y otra vez, a sexto grado. Casi igual, un poco despeinado, un cordón desatado Un alumno nuevo que nos enseña que siempre hay algo más que aprender.