Reseña: El texto de María Pia López nos permite dejar atrás esta pregunta; libera de ella a los lectores de Horacio González, pasados y por venir. Y tal vez esto sea así por haber encontrado el lugar, pudorosamente oculto, desde donde tiene sentido -e incluso, una vez hallado, resultará fácil- escribir sobre esa obra esquiva. El amor del otro. En este caso, el amor de Horacio González hacia el mundo -que seguramente no es posible descubrir sin que el genitivo de la expresión tenga también un sentido objetivo. Evocada aquí, acaso la antigua fórmula 'amor intelectual' permita designar -o siquiera tocar- la experiencia de mundo de la que se trata en el pensamiento de Horacio González; una experiencia de singularidades, producidas o encontradas, 'modos del don' que convocan nuestra atención por lo que se pierde, por lo que nace, y un deseo de trabajo junto a otros.