Historia de un niñito bueno e Historia de un niñito malo, guardan ya el sabor de los mejores momentos de la ironía característica de la obra tardía de M. Twain: Jacob es obediente y se porta bien pero, curiosamente, todo le sale mal; en cambio Jim es malicioso y travieso pero siempre termina saliéndose con la suya. Dos historias para saborear con un buen sentido del humor.