Reseña: Desde mitad de los años cuarenta, la obra de pensamiento arendtiana, con mayor medida y lucidez que ninguna otra, pone en marcha estos interrogantes y rehabilita la filosofía política para llevar a cabo el cometido de establecer las condiciones de un mundo postotalitario; para ello, afronta en toda su caladura las dificultades teóricas, históricas y prácticas dejadas en herencia por una experiencia de calamidad que corre siempre el riesgo de perpetuarse por otros medios si su sentido profundo se escabulle de la comprensión.