Gabriel Rolón nos invita en El Duelo a transitar el camino de la pérdida, a dialogar acerca de la muerte la propia, la de los que amamos sin rodeos. Pero también nos pone cara a cara frente a la falta imprevista de aquello que nos sostiene anclados a la vida. La pérdida de un trabajo, una pareja, un hogar, del reconocimiento de un otro y hasta de la juventud nos empujan al duelo. Y es ahí, en ese soplo en el que el dolor se hace carne y la pena se devora las palabras, donde el autor comparte su reflexión aguda, certera, siempre lúcida.