Una abuela prepara el desayuno y nos sumerge en su mundo cotidiano. Escoger la fruta del día o arreglar la mesa se convierten en labores gratificantes cuando se realizan con cariño o cuando irrumpen en la cocina delirantes seres marinos. Un pulpo gigante probando el jugo de naranja, una sirena que sale por el lavaplatos o misteriosos piratas nos insinúan que nunca estamos solos. Los seres que habitan en las profundidades del mar o de nuestra imaginación siempre están acompañándonos.